martes, 11 de diciembre de 2012

Regalos educativos: consejos para Reyes Magos responsables

Los Reyes Magos reciben cada año cartas con listas interminables de juguetes. Sin embargo, deben elegir los regalos teniendo en cuenta aspectos como la edad del pequeño o la conveniencia del juguete, dejando a un lado la influencia casi inevitable de la publicidad.

Regalos educativos: consejos para Reyes Magos responsables
Llega la Navidad y con ella la consabida carta a Papá Noel y a los Reyes Magos. Habitualmente, las peticiones de los niños, claramente influidos por la publicidad que llena los hogares en estas fechas,constituyen una larga lista de juguetes, muchos de ellos ni siquiera adecuados para su edad o su madurez. Todos parecen hacerle ilusión, por lo que es muy difícil decantarse por algunos de ellos. ¿Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir los juguetes de días tan especiales?

Lo primero que hay que hacer es concienciar al niño de que los Reyes Magos no podrán traerle todos los juguetes que desean. Dependiendo de la edad, las explicaciones que les demos deben variar. Con los mayores se puede hablar de economía familiar y los peligros del consumismo, mientras que a los más pequeños les explicaremos aspectos relacionados con la solidaridad, recordándoles que los Reyes tienen “un montón de niños que esperan sus regalos, por lo que no sería justo que a unos les trajeran muchos juguetes y a otros nada”.

Aspectos a tener en cuenta

Si la situación económica de la familia lo permite, en los regalos que reciben los menores no deberían faltar un juguete de carácter didáctico, un videojuego, un libro, un juego de mesa y otro relacionado con alguna de sus habilidades, como las manualidades, la música o los deportes. Hay que tener en cuenta que el destinatario del regalo es el niño y no el adulto, por lo que los progenitores deben evitar la adquisición de aquellos juguetes que siempre quisieron de pequeños y nunca tuvieron si ese regalo en cuestión no es conveniente para la edad del niño o no coincide con sus gustos.

El número de juguetes que reciben los niños debe ser razonable. Se puede solicitar la ayuda de familiares y amigos para que, entre todos, el niño reciba un surtido de regalos variados, complementarios entre sí. No hay que tener miedo de regalar al niño algún artículo que necesite en su día a día, como ropa, mochila o un divertido albornoz, siempre que no todos los regalos sean tan prácticos.

Asimismo, si el niño ha recibido un número exagerado de regalos, podemos optar por írselos entregando poco a poco, a lo largo de todo el año y en ocasiones especiales. De esta manera, evitaremos una saturación de regalos. En un primer momento al niño parece hacerle mucha ilusión, pero después elegirá para jugar habitualmente tan solo un número reducido de juguetes, lo que nos podría provocar un sentimiento de frustración o culpabilidad.

¿Quién puede aconsejarnos?

La publicidad no es la mejor consejera. Los niños se ven muy influidos por los juguetes que aparecen anunciados permanentemente en televisión, especialmente en épocas navideñas, pero éstos no tienen por qué ser mejores, ni tan siquiera gustarles más. La publicidad está bien como herramienta a la hora de comprobar qué ofrece el mercado, pero no debe determinar todos los regalos.

Recurrir a los consejos de otros padres, profesores, especialistas o expertos en tiendas especializadas nos ayudará a tomar ideas.Y, por supuesto, nunca hay que fomentar la envidia o la comparación con lo recibido por otros niños.

Juegos para bebés

“En el niño, el juego es muy importante porque en él se basan sus primeros aprendizajes. El bebé juega y repite las cosas que hemos hecho con él. Y es necesario que tenga los estímulos necesarios para su edad. Por eso los juguetes educativos son buenos y positivos en su desarrollo”, afirma la psicóloga y psicopedagoga Rosa Serrate.

Un criterio de elección que deberíamos tener siempre en cuenta es la edad del niño que va a recibir los juguetes. “El bebé entre los 0 y 6 meses necesita juguetes que estimulen sus sentidos y que le animen a extender los brazos para cogerlos. Luego empieza a manipular los objetos y en estas edades son importantes cubos o piezas de colores. Entre el año y los dos años le gustan juguetes que sirven para desplazarse y moverse. A partir de estas edades le empiezan a gustar los cuentos y las historietas que le pueden leer los padres; sirve para ampliar el lenguaje y aumentar su imaginación, aptitudes muy importantes en los aprendizajes escolares”, señala Rosa.

Así, de 0 a 2 años, los juguetes ideales son los que permiten desarrollar sus sentidos, por lo que los más indicados son aquellos muy coloristas, los elaborados con diferentes materiales, los que tienen música o que les incitan a adquirir autonomía. Hasta los seis meses son recomendables los móviles y sonajeros de colores, muñecos de goma, alfombras de tela con actividades y juguetes con sonido. Después, hasta los 12 meses, les ofreceremos andadores y balancines, centros de actividades y pelotas de tela. De 13 a 18 meses les llaman mucho a atención los cubos para encajar y los triciclos, mientras que de 19 a 24 meses podemos optar por las pizarras y las pinturas.

Para niños y preadolescentes

En cambio, de 3 a 5 años, los juguetes idóneos son los que potencian la movilidad y la imaginación del niño. Cualquier juguete representativo, como los animales, los peluches, las muñecas o los juegos de construcción resultan muy adecuados a esta edad. También los patines, las pequeñas bicicletas, los camiones, las marionetas, los disfraces o las casas de muñecas.

De 6 a 10 años adquiere mucha importancia el juego social, por lo que los balones y las bicicletas resultan perfectos. Esta edad es ideal para ir introduciendo juegos que fomenten las capacidades cognitivas, por lo que las actividades en familia les resultan muy interesantes. Cometas, trenes, coches teledirigidos, juegos de memoria, de cartas, de experimentos o de preguntas y respuestas también les parecen muy atractivos.

A partir de los 10 años son recomendables los juegos que desarrollan la lógica, el pensamiento racional, las capacidades cognitivas, la superación personal y la autoestima. Juegos de rol o e ingenio, videojuegos, futbolines, complementos deportivos, mecanos o construcciones complejas o patinetes se encuentran entre los más adecuados.

Según la personalidad

Otro criterio para no fallar a la hora de elegir juguete es tener en cuenta la personalidad del niño. A los niños más tranquilos conviene ofrecerles juguetes que les proporcionen movimiento, mientras que a los que presentan un exceso de energía les convienen aquellos que sepan canalizarla, como instrumentos musicales o juegos de construcciones.

Si el niño es tímido le ofreceremos juguetes que fomenten las relaciones sociales, como un balón o un juego de mesa, que también resulta perfecto para establecer sólidas relaciones familiares, ya que lo que verdaderamente demandan nuestros hijos que juguemos con ellos.

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